Cada vez más familias asisten a terapia psicológica. Sin embargo puede haber dudas sobre cuando es necesario acompañar a un niño a terapia, ir al psicólogo no necesariamente implica que tenga que haber un problema grave de salud mental. De hecho la psicología enfocada en los niños, tiene como propósito influir positivamente en su crecimiento y su desarrollo socio emocional, la terapia es un acompañamiento tanto para el niño como para su familia en el cual se enseñan habilidades importantes para que se pueda desenvolver adecuadamente en todos sus entornos.
La terapia en niños puede ser muy valiosa porque si se atienden problemáticas a tiempo evitará que evolucionen a problemas más complejos en la adolescencia y la adultez. Sin embargo hay algunas creencias que nos impidan dar el paso de contactar a un psicolog@, por ejemplo:
Pensamos que es un problema que se resolverá solo o que solo es una “fase”, si bien es cierto que algunas problemáticas solo necesitan tiempo para estabilizarse. Por ejemplo el adaptarse a una nueva escuela, pero para algunas otras situaciones hay periodos críticos en el desarrollo como es el caso de los problemas de lenguaje o cuando se presentan señales de autismo, la atención temprana es muy valiosa.
Otro ejemplo es pensar que “exageramos” o “que no es tan grave”, por ejemplo para un adulto la situación de bullying puede verse como algo normal que a todos nos pasa en algún momento de la vida. Sin embargo en un pequeño puede estar afectando la percepción que tiene de sí mismo y su autoestima.
Por último otra creencia que puede interferir en la decisión de llevar a un niño a terapia es el enfrentar algunos juicios que todavía existen tanto hacia el niño como hacia los padres, como que el psicólogo es para los “locos” o solo para niños que tienen problemas muy severos. También a veces se tiene la mala creencia de que los papás son poco capaces por no poder manejar los problemas de su hij@.
La psicoterapia en niños y sus cuidadores puede abarcar un gran rango de problemáticas, te explicaré algunos momentos en los que es recomendable asistir con un psicolog@:
1. Si observamos que nuestro hijo tiene problemas para controlar sus emociones, si tiene miedos constantes, si se pelea con frecuencia con otros niños o adultos, si hay cambios drásticos en su estado de ánimo. Estos niños se pueden beneficiar de técnicas de regulación emocional.
2. Si tiene problemas de conducta en casa o escuela, por ejemplo: desobediencia, conductas agresivas, bajo rendimiento escolar, además de aprender a manejar sus emociones en terapia los cuidadores pueden recibir asesoría en el establecimiento de reglas y límites.
3. Cuando le cuesta trabajo relacionarse con los demás, los niños que se aíslan o no pueden integrarse al grupo pueden estar presentando problemas de ansiedad o tal vez pueden hacerle falta habilidades sociales.
4. Cuando los niños presentan problemas de lenguaje. Si un niño de dos años no habla aún se pueden practicar ejercicios de estimulación, cuando niños de 5 o 6 años aún tienen dificultad para decir palabras de forma adecuada también existen métodos para ayudar a corregir el habla.
5. Ante eventos que representen un cambio significativo en la vida del niño, la separación de papás o la muerte de algún familiar cercano. Pues son momentos en los que los niños pueden tener confusión y problemas para entender lo que pasa o lo que están sintiendo.
Por último toma en cuenta algunos puntos importantes al asistir a terapia con tu pequeñ@:
Háblale de la terapia a tu hijo como un espacio seguro en donde puede hablar de si mism@, de sus sentimientos y los problemas que ha tenido. Evita decirle que es un castigo por su mal comportamiento o porque ya no saben qué hacer con él/ella.
Recuerda que el proceso de terapia con un niño involucra siempre a papás o cuidadores, para que la terapia tenga mejores resultados se forma un equipo entre el o la terapeuta, el niñ@, los papás y en algunas ocasiones también los profesores u otros adultos que están al cuidado del pequeñ@.