En ocasiones se piensa que un problema de adicción a una sustancia (alcohol, tabaco, cocaína, piedra, etc.) tiene un camino lineal y determinista. Sin embargo, podemos identificar diferentes etapas por las que puede transitar una persona hasta llegar a la adicción, cada una de ellas con sus respectivos riesgos.
Etapa 1. Uso
Es cuando el consumo de alguna sustancia adictiva es episódico u ocasional, se relaciona con mayor frecuencia con la experimentación, imitación y presión social. Esta etapa a su vez puede sub dividirse en tres tipos: experimental; recreativo; y habitual.
1) Experimental: Es cuando una persona prueba una o más sustancias, una o algunas veces, y decide no volverlo a hacer.
2) Recreativo: El consumo empieza a presentarse de manera más regular, y en la mayoría de las veces con más personas, generalmente con quienes hay confianza.
3) Habitual: Se establece una droga de preferencia y un gusto por la sensación que produce. Además el consumo se vuelve regular.
Aunque en esta fase no se ha generado adicción, algunas sustancias pueden provocar sobredosis y accidentes fatales y no fatales (automovilísticos, peleas, violencia, especialmente relacionados con el consumo de alcohol).
Etapa 2. Abuso
El consumo aumenta en frecuencia y cantidad, se caracteriza porque el organismo genera tolerancia a la sustancia y por lo tanto necesita mayor cantidad para experimentar los efectos placenteros del inicio. Se establece un estilo de vida entorno al consumo, que implica el círculo social y rutinas de vida.
En esta etapa los problemas asociados se vuelven más visibles. Por ejemplo el ausentismo escolar o laboral, baja significativa en el rendimiento académico o laboral y el incumplimiento de las responsabilidades personales, se dejan de realizar o disminuyen actividades que antes generaban interés y se sustituyen con el consumo, también pueden producirse cambios drásticos en el estado de ánimo, problemas en las relaciones cercanas, etc.
Etapa 3. Dependencia o adicción
Se caracteriza principalmente por el deseo intenso y constante de consumir la sustancia, se experimenta un malestar físico intenso cuando la sustancia no está en el organismo y sólo se controla con consumirla nuevamente (síndrome de abstinencia). La vida cotidiana empieza a girar en torno al consumo, por lo que el deterioro y los problemas se agudizan. Por ejemplo, deterioro del organismo dependiendo de la droga, deserción escolar o pérdida de empleo, pérdida de interés en otras actividades que no sean el consumo, pérdida de amistades que no consumen, etc.
Puede decirse que hay dos tipos de dependencia:
- Física: Implica un cambio permanente en el funcionamiento del cuerpo y del cerebro.
- Psicológica: Se refleja por el pensamiento obsesivo por el consumo, planeación constante sobre cómo conseguir la sustancia y cuándo hacerlo, desesperación a que llegue el momento, y la privación de la sustancia produce malestar y angustia. Es decir, se piensa que no se puede vivir sin consumir y todo lo que ello implica.
Finalmente, es fundamental mencionar que una persona que consume una o más sustancias adictivas, puede o no pasar por todas las etapas, también que es relativo el tiempo en el que se puede tardar en pasar de una etapa a otra y que también puede regresarse de una a otra. Sin embargo, mientras más se escala es más difícil regresar y hay daños que pueden ser ya irreversibles, incluso en las primeras etapas.