Antes de contestar a esta pregunta considero fundamental ampliar la información que tenemos sobre el consumo de drogas legales e ilegales, esto nos ayudará a manejar las situaciones relacionadas con esta problemática de forma más asertiva con nuestros hijos e hijas. Lo primero que me gustaría aclarar es la diferencia entre abstinencia, uso, abuso y dependencia a una sustancia, estas etapas pueden ser o no progresivas, es decir, en algunos casos las y los adolescentes que consumen, del uso pasarán al abuso, pero otros no, e incluso volverán a la abstinencia.
La abstinencia hace referencia a la ausencia de consumo, y aquí es importante mencionar que considerando que el sistema nervioso central termina de formarse a los 21 años aproximadamente en los seres humanos, es recomendable ayudar a retrasar el consumo de cualquier sustancia hasta esta edad, pues se ha encontrado que un factor de riesgo para que el consumo de una sustancia se convierta en adicción es el consumo a edades tempranas del crecimiento.
El uso de una sustancia se refiere al consumo ocasional y en cantidades bajas de una droga legal o ilegal, se relaciona con mayor frecuencia con la experimentación, imitación y presión social. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Drogas, Alcohol y Tabaco, 2016-2017 (ENCODAT) a nivel nacional la edad de inicio del consumo de drogas ilegales es a los 17.8 años, así mismo, de los y las adolescentes de entre 12 a 17 años el 6.4 % de la población ya ha consumido alguna droga ilegal, esto quiere decir que la mayoría se encuentran en abstinencia en comparación con la etapa de abuso.
El abuso de una sustancia se refiere al consumo frecuente, de mayor cantidad y con problemas asociados más visibles para las personas que lo hacen, en este caso por ejemplo el ausentismo escolar, baja significativa en el rendimiento académico, deja de realizar o disminuye actividades y las sustituye con el consumo, cambios drásticos en el estado de ánimo, etc., también se caracteriza por que el organismo necesita mayor cantidad de la sustancia para experimentar los efectos placenteros del inicio.
Finalmente se puede escalar a la dependencia, que se caracteriza por el deseo intenso y constante de consumir, por experimentar un malestar intenso cuando la sustancia no está en el organismo que sólo se controla con consumir nuevamente (síndrome de abstinencia), además el deterioro y los problemas se agudizan, por ejemplo deserción escolar, pérdida de interés en otras actividades que no sean el consumo, vender cosas para comprar la sustancia, robar para obtener dinero para el consumo, pérdida de amistades que no consumen, etc. De acuerdo con la ENCODAT del total de los y las adolescentes de 12 a 17 años, el 0.6% se encuentra en esta etapa.
Lo anterior quiere decir que del 6.4% de los y las adolescentes que se encuentran en la etapa de uso, solo el 0.6% escala a la dependencia. Esto nos ayuda a identificar que en ésta edad lo más recomendable es como padres fortalecer acciones de prevención con los y las adolescentes, por ejemplo, fomentar estilos de crianza positivos, hablar con tus hijos, escucharles activamente, aprender juntos, estimular actividades que no se relacionen con el consumo de drogas, reforzar sus intereses académicos, deportivos, culturales, artísticos y recreativos.
El siguiente aspecto por abordar es que existen factores protectores y de riesgo que se han identificado que influyen en que los y las adolescentes inicien su consumo y escalen en las etapas antes mencionadas, así mismo, no todas las sustancias generan los mismos efectos, existen las drogas depresoras, activadoras y alucinógenas, pero eso lo abordaremos en la siguiente parte.