En este artículo abordaremos el tema del perfeccionismo y la auto exigencia, algunas de sus principales desventajas y finalmente recomendaciones para manejarlo, si es que te das cuenta que algunas de estas características te están generando problemas.
El perfeccionismo y la auto exigencia son un conjunto de reglas de comportamiento, nos indican la forma en la que debemos de comportarnos para conseguir algo esperado o evitar algo inesperado. Se relacionan con reglas o mandamientos para conseguir el éxito, sobresalir, lograr lo que te propones, la productividad o evitar el fracaso, los errores, la “mediocridad”, etc., sin embargo, se pueden observar algunas desventajas cuando se siguen estas reglas al pie de la letra como la única manera adecuada y posible de ver y hacer las cosas y sin diferenciar su conveniencia en cada situación.
Algunas de estas reglas que seguimos están muy reforzadas, lo que hace difícil identificarlas, pero algunas de ellas pueden ser “Siempre debo de ser el mejor o la mejor cueste lo que cueste”, “Siempre debo de sobresalir a toda costa”, “Los fracasos son imperdonables”, “No debo de cometer errores ni equivocarme”, “tengo que hacerlo perfecto”, “lo tengo que poder todo”, “no debo de ser vulnerable”, entre otras. Lo anterior genera que se viva bajo más estrés y angustia que de por sí provoca la demanda de nuestra vida diaria. Estas reglas pueden observarse con mayor facilidad en el ámbito laboral y académico, por ejemplo “tengo que sacar siempre 10”, “tengo que ser el mejor o la mejor en mi trabajo”, “tengo que cuidar cada detalle”, “menos de 10 no es aceptable”, pero también se presentan en otros ámbitos como “tengo que ser la mejor mamá, papá”, “el mejor novio, novia”, etc. Lo que puede provocar que vivamos para trabajar en vez de trabajar para vivir.
Vivir con esas reglas rigiendo nuestra vida y comportamiento provoca que cuando cometamos un error, aunque sea pequeño o no cumplamos esas expectativas, experimentemos frustración y malestar. También es común que seamos muy críticos con nosotros mismos y con otras personas, lo que puede traernos problemas, porque no actúan de acuerdo a nuestras altas expectativas o nos centramos en sus errores y los señalamos.
Seguir estas reglas si bien nos van a ayudar a obtener cosas como admiración, reconocimiento, logros, etc., el costo puede ser muy alto para nuestra salud emocional, además puede provocar que descuidemos otras pareas de nuestra vida que también son importantes.
Por lo anterior te comparto algunas recomendaciones que puedes llevar a cabo para aprender a manejar tu perfeccionismo y sobre exigencia:
1. Haz un balance y nota las ventajas y desventajas a corto y largo plazo que has tenido al seguir las reglas del perfeccionismo y autoexigencia y pregúntate cómo será tu vida en 1, 5 y 10 años si sigues actuando en función a ellas y si es una vida que vale la pena vivir.
2. Elige y realiza actividades en el que el principal objetivo sea disfrutar, relajarte y pasarla bien y enfócate en ello y no en cumplir altas expectativas como “hacerlo perfecto, ser la mejor, hacerlo rápido, etc.
3. Reflexiona e identifica las situaciones den donde vale más la pena ser práctico que perfeccionista, no en todas las situaciones hay que cuidar cada detalle ni hacerlo perfecto.
4. Ten en cuenta que es probable que las personas cercanas a ti no sigan las mismas reglas que tú, ni tienen los mismos estándares de exigencia y demanda y que intentar cambiarlas o convencerlas puede traerte más frustración y desgaste, así como problemas en la relación.
5. Cuando comentas un error o notes un error en los demás, identifica qué tan grave o relevante es, no todos los errores tienen el mismo impacto o la misma gravedad, por lo que deben abordarse de manera distinta, incluso podrás darte cuenta que puedes dejar pasar algunos.