En el último año, el tema de la salud ha ganado mucha más importancia debido a todo lo que hemos vivido a nivel mundial con la pandemia de Covid-19. Se ha remarcado la relevancia de poder tener un estilo de vida saludable, procurando nuestro cuidado y la prevención de enfermedades tanto físicas como mentales, en busca de nuestro bienestar integral. Sin embargo, para empezar, debemos entender qué son los estilos de vida saludables y a partir de ello saber cómo podemos fomentarlos para tener una vida con bienestar.
Así, los estilos de vida saludables se definen como una serie de conductas, en distintas dimensiones de la vida de las personas; es decir, estas conductas pueden verse reflejadas respecto al cuidado de la salud física, mental, así como ámbitos académicos, laborales y de relaciones interpersonales, entre otros. El que nosotros podamos mantener estos estilos de vida saludables a lo largo del tiempo, tiene que ver con lo que pase con factores internos, como nuestros pensamientos y emociones; así como con factores externos como nuestro ambiente y las personas que son rodean. Por ejemplo, si estamos buscando empezar a realizar actividad física, el que lo logremos depende de aquellos que pensamos sobre la actividad o las razones por las cuáles buscamos hacerlo, así como si tenemos apoyo social o tiempo dentro de nuestras actividades.
Cabe señalar que las conductas que conforman los estilos de vida saludables son elementos que condicionan y determinan la salud de las personas. Por eso, y considerando que durante la pandemia de Covid-19 se ha encontrado que la presencia de conductas poco saludables representa más de la mitad de las personas que tuvieron complicaciones debido a la enfermedad, por lo que las autoridades de salud han sugerido que se realicen cambios en los factores de los estilos de vida podría reducir el riesgo de esta y otras enfermedades en el futuro.
De esta forma, el promover un estilo de vida saludable se ha vuelto un componente importante en la búsqueda de la salud de las personas. Dentro de lo que universalmente se considera como un estilo de vida saludable, encontramos una nutrición adecuada, la práctica de ejercicio físico y la higiene personal. Por otra parte, se reconoce que factores como el estrés, la falta de descanso, el tabaquismo, el sedentarismo y la ingesta excesiva de alcohol, suponen un riesgo para la salud al no ser un estilo de vida saludable.
En este punto también es importante señalar que dentro de estos estilos de vida saludables también existen diferencias individuales dependiendo de lo que para cada uno de nosotros es valioso. Es decir, además de poder tener una alimentación saludable, dormir y tener higiene personal, también es vital tener conductas que nos acerquen a otras áreas valiosas como nuestra familia, amigos, ambiente laboral, etc. Esto ayudará a tener bienestar integral, cuando todas estas áreas se encuentran en equilibrio.
El poder acércanos a profesionales de la salud, como médicos, nutriólogos y psicólogos, es de vital importancia para comenzar a adquirir comportamientos saludables para las distintas áreas de nuestra vida.