Empezaremos hablando sobre qué es la asertividad, la asertividad se define como una forma de comportarnos y comunicarnos en la cual las persona evitamos agredir o someter a nuestra voluntad a otras personas, sino que manifestamos nuestras convicciones y defendemos nuestros derechos de forma congruente, directa y equilibrada.
Es decir, cuando somos asertivos/as comunicamos nuestras ideas y sentimientos o defendemos nuestros derechos sin la intención de herir o perjudicar.
La asertividad es muy útil principalmente porque evitamos conflictos y al mismo tiempo cuidamos de nuestras relaciones sociales, profesionales y familiares. Además cuando somos asertivos expresamos nuestras ideas, opiniones, emociones lo cual nos hace sentir mejor nosotros mismos y más cómodos en el lugar en donde estamos. Sin embargo ser asertivo es difícil debido a diferentes razones como:
Que a veces sentimos que nuestra opinión no es muy importante o al contrario nos aferramos a la idea de que nosotros tenemos la razón y son los demás los que deben de cambiar.
Socialmente al decir lo que pensamos muchas veces nos pueden decir que somos exagerados, por ejemplo cuando no se atiende una llamada porque estás en tu descanso. En nuestra sociedad hay roles que están relacionados con conductas no asertivas por ejemplo, decir que las mujeres debemos ser sumisas o un “buen trabajador” es aquel que no le importa quedarse mucho tiempo extra sin paga.
Puede ser difícil cambiar estos patrones de conducta poco asertiva por eso hoy te daré algunas recomendaciones para que empieces a ser más asertivo/a en tu vida diaria.
Recomendaciones:
1. Detecta cuál es tu reacción principal ante los conflictos o ante una situación complicada, por ejemplo algunos pueden reaccionar de forma más agresiva o dominante, dejando de escuchar las opiniones de los demás. Mientras que otros tenderemos a ser más pasivos, minimizando nuestras opiniones y cediendo ante las exigencias de los demás aunque no estemos de acuerdo, la asertividad está en medio de esos dos extremos.
2. Recuerda poner atención a tus emociones, el enojo o la ansiedad pueden ser un obstáculo para reaccionar asertivamente, así que intenta tomar una pausa, respirar y darte autoinstrucciones que te permitan evaluar la situación y no tomar una decisión impulsiva.
3. Cuando quieras expresar algún desacuerdo, siempre ten en mente tu punto de vista y cuál es el objetivo de la conversación, recuerda que los reclamos y que la otra persona sepa que estás enojado/a no puede ser el único fin, enfócate en las soluciones, mantente abierto a escuchar al otro y negociar.
4. Antes de decidir no actuar, no decir nada o ceder para evitar conflictos recuerda que tus necesidades son igual de importantes que las de los demás, haz una evaluación sobre las ventajas y desventajas de decir lo que estás sintiendo o lo que necesitas.
5. Atrévete a decir que no, puedes ser firme y decidido sin dejar de ser considerado y amable con los demás, si te cuesta trabajo puedes pedir un tiempo para pensarlo, además puedes sugerir otras opciones si lo crees conveniente, por ejemplo si no puedes ayudarle a alguien en ese momento puedes sugerirle a alguien más o algún otro momento para hacerlo.
6. Practica el ser concreto, evita dar expresar lo que necesitas de forma muy general por ejemplo diciendo “necesito que cambies tu actitud”, podrías cambiarlo por “me gustaría que cuando estamos haciendo los labores de la casa evites aventar las cosas”. Al ser concretos y específicos también evitamos caer en discusiones muy largas que no llegan a nada.
7. Recuérdate que tienes derecho a cometer errores, intenta no juzgarte por no haber tomado la mejor decisión, o no haber tenido la mejor reacción en ese momento, es de humanos tener equivocaciones y solo con la práctica podremos ser un poco más asertivos cada vez.
Por último Aprovecha cualquier momento para practicar, puede ser más fácil hacerlo en ambientes seguros, intenta comportarte de forma asertiva con alguien que tengas mucha confianza primero antes de hacerlo con personas más complicadas para ti.