En la sociedad existe un código no escrito de convivencia, que podríamos nombrar como “conciencia moral” en el cual, todas las conductas tienen un sentido de responsabilidad y cuando se vulnera este código, puede existir un malestar en la persona, y en algunos casos puede aparecer lo que conocemos como culpa.
La culpa tiene la función de regular la conducta socialmente indeseable y promover el autocontrol, así como motivar a la persona a reparar el daño causado a otros, aunque es incómodo experimentarla e inclusive es dolorosa, nos ayuda a mejorar. A nadie nos gusta que nos señalen nuestros errores o que nos presionen para actuar y esto es algo que hace la culpa, la cual nos confronta.
El problema de dicha emoción así como de otras emociones, es cuando se experimentan con excesiva frecuencia, intensidad o duración e influyen de manera negativa en el bienestar de las personas, por lo que su función reguladora se pierde y se puede convertir en realizar conductas patológicas que pueden afectar la vida de la persona.
De igual forma, cuando a una persona se le hace sentir culpable a modo de chantaje emocional por no seguir ciertas normas sociales o por no cumplir los deseos de otros, en este último caso, lo que se busca a través de la culpa es la sumisión.
En cuanto a los efectos psicopatológicos resulta perjudicial la culpa referida a la forma de ser, ( soy un desastre, no sirvo para nada) ya que pareciera que no tiene solución, y puede generar depresión y que la persona no busque apoyo social, además se relaciona también con el trastorno obsesivo compulsivo caracterizado por un alto nivel de exigencia y perfeccionismo, mientras que la culpa relacionada a un comportamiento en particular, (no debí haber gastado tanto, tengo que cuidar más mi aspecto físico) es algo que sí puede ser reparado.
Tomando en cuenta lo anterior nos gustaría que hicieras una reflexión acerca de cuál es la manera en la que tú manejas la culpa.
Las conductas que podrían ayudarnos a afrontar de una manera sana ésta emoción podrían ser las siguientes:
• Tomar conciencia de la culpa, notar y aceptar su presencia, tal vez experimentemos sonrojo, hablar titubeante, perder el apetito, tensión, etc. pero es importante dejarla estar.
• Detectar qué conducta fue la inadecuada (omitir información, gastar dinero de más, decir palabras hirientes, comer de más, etc.) esto puede ayudarnos a detectar hasta qué punto es nuestra responsabilidad y que ya no.
• Si es que la acción afecto a otro, expresarla verbalmente y pedir perdón, tal vez al hacerlo sintamos incomodidad y algunas sensaciones físicas catalogadas como desagradables, solo que es importante recordar que nuestra finalidad es reparar el daño en la situación y asumir las responsabilidades debidas, buscar soluciones para reparar los daños y si es posible comprometerse a no realizarlo de nuevo.
• Siempre hay algo que pueda hacerse para reparar el malestar generado, si es que no hubiera una acción directa de reparación, porque la víctima falleció o porque el daño es irreversible, se podrían realizar conductas indirectas de reparación como colaborar en alguna organización, alertar a otras personas de los errores cometidos, colaborar con otras víctimas, etc.
• Es importante que si la culpa viene por acontecimientos pasados que ya no pueden cambiar, recordar que no tenías la experiencia que tienes ahora y que en ese momento hiciste lo mejor que podías.
• Por ultimo me gustaría comentarte la importancia que tiene reconocer los errores que cometemos y repáralos, ya que en el transcurso de la vida es normal que existan y la culpa puede ayudarnos a notarlos. Pero al resolverlos no seguir torturándonos con ellos. No tenemos que ser perfectos, solo estar dispuestos a modificar lo que no nos permite avanzar.