Aunque cada vez existe mayor conocimiento acerca de las conductas violentas que puede tener alguna persona, existen contextos en los cuales se siguen normalizando dichas conductas, principalmente en el hogar, el cual tendría que ser un lugar donde las personas se puedan sentir seguras y en confort, un refugio en momentos de dificultades. Sin embargo, a veces es donde se puede experimentar mayor inseguridad y violencia, es por esto que a continuación te damos algunas pautas para poder identificarla.
La violencia doméstica se define como un patrón de conductas abusivas que incluye un amplio rango de maltrato físico, sexual y psicológico, usado por una persona en una relación íntima contra otra, para ganar poder o para mantener el abuso de poder, control y autoridad sobre esa persona (Walker, 1999).
Existen diferentes tipos de violencia domestica: física, psicológica y sexual. Es importante poner atención a lo que caracteriza a cada una de ellas, ya que muchas veces por desconocimiento, educación y cultura las personas pueden justificar dichas conductas y correr riesgo.
La violencia física se define como cualquier conducta que implique el utilizar de manera intencional algún instrumento o procedimiento para afectar el organismo de otra persona de modo que haya riesgo de alguna lesión física, daño, dolor, independientemente de los resultados de dicha conducta. En este tipo de violencia pueden haber conducta activas como el abofetear, empujar, golpear, estrangular, etc. y conductas pasivas como privación de cuidados médicos, no avisar de situaciones de peligro, etc.
Violencia psicológica: Se refiere a toda conducta física o verbal, activa o pasiva que transgrede la integridad emocional de una persona, con la finalidad de provocar intimidación, desvalorización y sentimientos de culpa.
Violencia sexual. Se define como toda conducta que se dirija a forzar un acto de intimidad sexual, mediante el uso de amenazas, intimidación, coacción y también cuando son llevadas a cabo en un estado de indefensión.
Otra cosa que puede ayudar a identificar la violencia doméstica es ubicando las fases que la caracterizan, la primera puede ser la fase de acumulación de tensión, aquí ante el conflicto no se cuenta con habilidades adecuadas para resolverlo, por lo que se acude a agresiones psicológicas, si el conflicto no se resuelve, entonces se pasa a la siguiente fase que es la fase de explosión, agresión o incidente de maltrato agudo, aquí generalmente la tensión llega al límite y se descarga de manera violenta, ya sea psicológica, física y sexual, suelen ser episodios breves y destructivos, lo que busca el agresor es darle una lección a la víctima hasta que aprenda la lección y la víctima puede llegar a ser severamente maltratada; La última fase es la de arrepentimiento, reconciliación o luna de miel, en esta fase el agresor se arrepiente y pide perdón, puede volverse encantador y la víctima cree que puede volverse en lo que ha prometido. Sin embargo, los conflictos volverán a aparecer, las tensiones se acumulan y el ciclo se repite con mayor intensidad.
Si tú notas que estas sufriendo algún tipo de violencia es muy importante que puedas hablarlo con alguna persona de confianza, que consideres puede apoyarte y acudir a lugares especializados en víctimas de violencia o también puedes recibir apoyo psicológico.