En nuestras relaciones interpersonales y específicamente en la conformación de la vida en pareja se han generado y se seguirán generando cambios. Por ejemplo, en México estas transformaciones tienen, entre otras, las siguientes características: las uniones tradicionales van cediendo paso a las uniones libres, existe mayor apertura a la diversidad sexual, hay un incremento en la edad para formalizar las relaciones; por mencionar algunas.
Por consiguiente, todos estos cambios también han generado un impacto en la forma de organizarse puesto que, la adaptación suele ser un proceso difícil que conlleva construir una nueva dinámica, ya que cada persona cuenta con una historia de aprendizaje diferente en cuanto a la forma de pensar, sentir y actuar, lo que puede provocar dificultades en la pareja. Por lo tanto, aquí responderé algunas dudas y preguntas:
¿Los conflictos en la pareja son normales?
Sí. Es natural y común que al formar una relación se presentes diversas problemáticas que pueden generar roces en la pareja.
¿Qué es un conflicto de pareja?
Un conflicto de pareja también llamado crisis de pareja es una situación difícil que surge cuando un integrante está en desacuerdo en la forma de ver, pensar, sentir y actuar en relación a los valores del otro. Estas situaciones por lo general tienen un importante alcance en varias áreas de la relación y la ponen a prueba.
¿Cuáles son las áreas de conflicto comunes en la pareja?
El poder: en algunas relaciones alguno quiere tomar partido, por lo tanto, es importante delimitar responsabilidades, es decir, quien se encarga de hacer las cosas y quien decide lo que hay que hacer;
La intimidad: al construir una nueva relación, es importante aprender a desprenderse de la familia de origen para prevenir fricciones;
Pasión y afecto: al inicio de la relación se suele dar mayor prioridad a necesidades básicas como lo es la sexualidad, posteriormente se va reforzando en otra área que es la parte afectiva y el cuidado del otro, conforme avanza la relación pueden existir diferencias en estos aspectos ya que alguno se deja de cuidar y atender;
Comunicación: necesaria y vital al informar de necesidades específicas y que los recibido se clarifique, sin embargo, muchas relaciones no la fomentan y con el paso del tiempo se va disminuyendo hasta anularse.
Podemos notar que al conflicto sólo se le ha dado una connotación negativa, pero hoy me gustaría invitarlos a que tengan una actitud de apertura, para que la pareja a partir de hoy, vea al conflicto como una oportunidad de reflexión y de identificar aspectos emocionales, de conducta y pensamiento que les permitan fortalecer su relación y encaminarse hacia el cambio y la flexibilidad.
Concluyo citando a Erich Fromm (1967):“el amor es una acción voluntaria que se emprende y aprende, no una pasión que se impone contra la voluntad”.