El alcohol es una de las drogas legales más consumidas en nuestro país, el consumo de alcohol per cápita es de 4.4 litros por año; Sin embargo, la forma de consumo se caracteriza por ser explosiva, es decir, se consumen grandes cantidades en periodos cortos, principalmente los fines de semana.
A pesar de que el consumo de alcohol está tan normalizado en la sociedad mexicana, resulta un poco confuso saber cuándo tenemos un problema con el consumo y qué tan grave es. ¿Tengo un problema si cada fin de semana tomo? ¿Qué tan grave es que me sienta con cruda al día siguiente? ¿Mis conductas al estar borracho no me definen como persona?
Aquí hay algunos aspectos que pueden ayudarte a detectar si estás enfrentando un consumo de alcohol problemático.
1. Consumes alcohol en cantidades superiores o durante un tiempo más prolongado del previsto. Esto quiere decir que puedes proponerte “solo tomarte una”, pero terminar consumiendo bastante más o en días que no lo tenías pensado.
2. Te propones constantemente dejar de tomar o disminuir la cantidad que tomas, pero no cumples tus metas.
3. Le destinas cada vez más tiempo a conseguir los medios para obtener alcohol, consumirlo y recuperarte de la resaca posterior al consumo. Buscar fiesta, personas que te inviten a tomar y dedicarte a curar la cruda implica tiempo, pon atención a cuánto tiempo le estás dedicando.
4. Sentir un deseo o necesidad muy fuerte de consumir alcohol. Es normal sentir deseos y antojo por los alimentos, pero no por el alcohol.
5. Consumir de manera repetida y que esto tenga como consecuencia dejar de cumplir con tus obligaciones, cancelar citas de trabajo, dejar de ir a la escuela, dejar de bañarte o comer, incluso dejar de cubrir tus compromisos económicos.
6. Continuar consumiendo a pesar de que notas que te sientes mal física o emocionalmente, aun cuando notas que te ha traído problemas con amigos o familiares.
7. Tu consumo hace que abandones o reduzcas actividades que anteriormente disfrutabas, como hacer ejercicio, compartir con amigos, tomar cursos que te resultaban interesantes, etc.
8. Consumes aunque sepas que te pones en riesgo, por ejemplo aún sabiendo que vas a manejar, que estás en un lugar que no conoces o con personas que no son de tu confianza.
9. Tolerancia: Esto significa que requieres cada vez más alcohol para alcanzar el efecto que disfrutas del consumo. Si anteriormente tomar dos cervezas te hacía sentir desinhibido, la tolerancia implica que tal vez necesites el doble o más para llegar a ese estado.
10. Abstinencia: quiere decir que tras experimentar periodos de tiempo sin consumir alcohol, sientes malestar físico y psicológico. Pueden ser escalofríos, temblores, sudores, dolor de cuerpo, sed, dolor de cabeza. Básicamente la cruda.
11. El hecho de consumir alcohol con la intención de disminuir la abstinencia (coloquialmente curar la cruda) es una señal de alerta que no debes ignorar.
Si notas que experimentas algunos de estos factores, es importante que busques ayuda profesional para confirmar si tu preocupación está justificada y, aunque no necesariamente tengas una dependencia, educarte sobre el consumo de alcohol ayudará a que te sientas más responsable y capaz de cuidar de ti mismo.